PROPÓSITO: Levantar el tabernáculo de David en cada una de nuestras
reuniones, para que la presencia de Dios y Su toque transformador, trate con
cada alma y así llevar a las naciones a la manifestación de un Dios trino,
lleno de poder y gloria.
MISIÓN: Perfumar con cada alabanza, con cada adoración el trono de
nuestro Dios, y mientras lo hacemos nos comprometemos a ser mejores guerreros
que batallan por la bendición del pueblo al que ministramos. Siempre buscando
dar la excelencia en nuestro trabajo, no como individuos, sino como un equipo
solidificado en la unción del Espíritu Santo.
VISIÓN: Somos hombres y mujeres que no vienen a tocar música o a cantar
solamente; Si no que somos parte de una visión de llamar la presencia especial
del Espíritu Santo de Dios a nuestras reuniones. De conquistar y traerla, para
luego ministrara al pueblo según su necesidad. Sabemos también que nuestra
iglesia vive y come en alabanza y adoración; ya que es la forma perfecta para
seducir la presencia de Dios; quien nos da dirección y revelación en cada ministerio. Somos nosotros los encargados de crear el perfecto ambiente, donde
Su Espíritu se mueva libremente, desatando el poder transformador de Su
Palabra. Es nuestra pasión construir una habitación donde el Reino de Dios se
manifieste y que podamos traer al mundo físico lo extraordinario y hermoso del
mundo espiritual. Cada ministro sabe que no somos una banda musical más; sino
levitas comprometidos en llevar al pueblo de diferentes partes del mundo al
conocimiento de la presencia manifestada de un Dios real, Padre amoroso y de
poder absoluto. Con cada cántico perfumamos el trono de Dios, con cada melodía
hacemos guerra intercesora; derribando las potestades espirituales de maldad y
siempre buscando la perfección y excelencia de levantar el tabernáculo de David
en cada una de nuestras reuniones.